Vuelve pronto
Una vez que se publiquen entradas, las verás aquí.
Una chica cualquiera
¿Tacones para ir a clase? ¡Es la mejor broma que he oído nunca!
Ojo, que con esto no quiero juzgar a aquellas enamoradas de los tacones que no quieren despegarse de ellos, lo respeto. Pero si tus días como estudiantes son frenéticos e interminables, los taconazos no creo que sean la mejor opción.
Como amante de la comodidad y el buen gusto, no puedo daros otro consejo que no sea este, lógicamente, pero todo dependerá de vuestro estado de ánimo, y no nos engañemos, dudo que alguna de vosotras se levante para ir a clase con la actitud de asistir a una primera cita.
Rutina universitaria femenina de una "chica cualquiera":
8:00 AM: suena el despertador, no puedes créerlo, pero sí, la hora ha llegado. Te incorporas lentamente a pesar de que tus sábanas te susurran que no las abandones. Pero hay que hacerlo, somos estudiantes y no nos queda otra. Aún así, siempre cuentas con unos minutos de margen y te levantas un cuarto de hora después. Don't worry, eso lo hacemos todos.
8:20 AM: Acabas de desayunar perezosamente mientras tu cabeza daba vueltas la idea de cómo vestirte. Puede que por tu mente hayan pasado imágenes de tu mejor cara y tu mejor outfit, pero vuelves a mirar el reloj y con los ojos a medio abrir te das cuenta de que la hora que marca y un look que parece salido de pasarela no son compatibles.
Llegas a tu armario, visualizas un vaquero, elástico y cómodo, eso siempre. Detectas una camiseta con pinta de amplia y vaporosa que se asoma entre los jerséis y las sudaderas y automáticamente la sensación de comodidad invade tu cuerpo. Y bendita comodidad! Pierdes tiempo dudando unas cuantas veces, y al final acabas poniéndote la primera que habías cogido.
Además, inexplicablemente el destino a colocado unos jerséis anchitos y confortables justo al lado de las camisetas y reaccionas inevitablemente a envolverte en su rica textura.
8:40 AM: ¡Bien! Ya estás vestida, intentas recordar cómo fue posible imaginarte vestida de etiqueta con lo a gusto que estás ahora. Es hora de calzarse. Con lo que has elegido, unas deportivas o un botín o zapato plano es lo más coherente para un día cualquiera de universidad, trabajos y biblioteca.
Te sueltas la coleta o el moño con el que hayas dormido y tu pelo se coloca de forma perfecta, vuelve a su estado natural. ¡Y encima le tienes bonito!.
Lo del maquillaje es secundario, si te apetece te maquillas y si no te apetece no te maquillas, la pereza aún te acompaña. Además, la que es guapa, es guapa.
8:45 AM: Es hora de salir de casa, tu primera clase empieza a las nueve y no es que se trate de tu asignatura favorita. Lo de lavarte los dientes es algo que supongo que hayas hecho ya, así que solo te queda lo que normalmente haces, plantarte delante del espejo un momento y hacerte un chequeo rápido para comprobar que todo está en orden.
Y mientras lo haces te das cuenta de que no estás tan mal, que aún poniéndote lo más sencillo y cómodo te sientes genial y que los lunes son menos lunes cuando te quieres un poco más.
¡Hey! ¡tú, chica cualquiera! Eres de las mías.